¿Conoce la vieja parte de poner papel de aluminio en su cabeza para mantener las señales del gobierno fuera de su cerebro? Resulta que cubrirse la cabeza con papel de aluminio tiene el efecto contrario.
Los investigadores del MIT, utilizando un analizador de redes, probaron el impacto de los cascos de papel de aluminio en la receptividad de las señales de radiofrecuencia. Destacan el método y los resultados en el resumen del estudio:
Entre una comunidad marginal de paranoicos, los cascos de aluminio sirven como la medida de protección preferida contra las señales de radio invasivas. Investigamos la eficacia de tres diseños de cascos de aluminio en un grupo de muestra de cuatro individuos. Utilizando un analizador de red de 250.000 dólares, encontramos que, aunque en promedio todos los cascos atenúan las frecuencias de radio invasivas en cualquier dirección (ya sea que emanan de una fuente externa o que emanan del cráneo del sujeto), ciertas frecuencias están de hecho muy amplificadas. Estas frecuencias amplificadas coinciden con las bandas de radio reservadas para uso gubernamental según la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC). La evidencia estadística sugiere que el uso de cascos puede, de hecho, mejorar las capacidades invasivas del gobierno. Especulamos que, de hecho, el gobierno pudo haber iniciado la locura del casco por esta razón.
Si bien su conclusión es un poco irónica, la ironía de los cascos de aluminio que aumentan la recepción de frecuencias de radio reservadas por el gobierno ciertamente no se nos escapa.
Sobre la eficacia de los cascos de papel de aluminio: un estudio empírico